Muchas veces los animales nos dan una lección a los humanos, que da que pensar.
En esta ocasión ha sido una gorila, llamada Gana, que no quiere desprenderse de su cría, un macho fallecido la semana pasada con unos tres meses y que ambos vivían en un zoológico alemán... Es digno de admirar, el amor de esa madre hacia su criatura a la que intentó reanimar y no pudo y a la que ahora no suelta para que los investigadores puedan averiguar el motivo de su muerte.
Por contra, nos cansamos de oír y leer noticias de hombres o mujeres que maltratan a sus hijos, o que sencillamente no les atienden. La última publicada, que seguro que no es la última acontecida, trata de una mujer que por irse de copas dejó a su hija de cinco añitos, sola en casa. La niña salió a la calle asustada a las tres de la madrugada porque en su casa no estaba su madre, una mujer de 50 años!!
Osea, esto es el colmo, no lo digo porque sea una madre tardía, por tener un hijo con 45 años, sino por la irresponsabilidad de una persona que sólo por la edad tendría que tener todas las muelas del juicio, o eso dicen. Porque si la edad de esta noticia es de una madre soltera o no soltera, de 16 o 18 años, que las hay, pues no sería tan extraño, pero anda que con 50 años. Ya le vale!!...
Las copas de esa noche, le van a salir caras, porque le han acusado de un delito de abandono a una menor, y puede que le retiren la custodia de la niña. Desde luego que no se la merece. Ser madre no es solo parir. Seguro que Gana, nuestra querida gorila, protagonista de hoy, hubiese cuidado mejor a esa niña que su propia madre.
Mucho tenemos que aprender de los animales.