viernes, 12 de septiembre de 2008

Frivolidad de narices

Estoy hasta las narices, de que se pasen el día opinando sobre la operación de nariz de Dña Leticia.
Que si está mejor, que si ha perdido la personalidad, que si se ha gastado xmil euros, que si, que si....
Vamos a ver, cada uno hace con su cara, con su pelo, en general con su cuerpo, lo que quiere, ¿no? pues entonces ¿porque hay que meterse con ella?.
Es verdad que ha quedado muy guapa, aunque personalmente me gustaba más como estaba antes, pero será cuestión de acostumbrarse.

Tampoco me gustaron como quedaron después de operadas otras dos personas conocidas, la hija de la Duquesa de Alba, Eugenia y tampoco me gustó como quedó Paula Vázquez, presentadora de televisión. Pero después te acostumbras...

En los tres casos mencionados, tenían una nariz muy particular, no eran feas, les quedaban bien en su conjunto y estábamos acostumbrados a verlas así. Después de operadas, los rasgos de la cara cambian y como se suele decir, parece que han perdido su personalidad, pero no es correcto decir esta frase porque la personalidad no va asociada a una nariz. La personalidad es otra cosa, un conjunto, el fondo psicológico con las características de una persona tanto, físicas, sociales y genéticas que determinan a un individuo y que es como el ADN, único. Pero no se pierde la personalidad por retocarse la nariz.


Volviendo al caso de la Princesa de Asturias, se ha operado de septorrinoplastia que consiste en realizar en una misma operación una septoplastia, que es una corrección del tabique nasal para mejorar la función respiratoria, y una rinoplastia, que corrige defectos estéticos. En otras palabras, el médico ha aprovechado que tenía que intervenirla para corregir la desviación del tabique nasal y lo ha rebajado también, suavizando de esta forma el perfil de la Princesa. Ahora que nos guste más o menos, es cuestión de gustos, pero hay que ser respetuosos y apoyarla. No sabemos si a ella misma le gusta así.

Y para la prensa y televisiones, por favor dedicaros a otros temas más importantes que hay muchos problemas que solucionar. Ocupar tantos minutos y folios en los periódicos, resulta de una frivolidad increíble. Una cosa es informar y otra el periodismo que haceis.