sábado, 13 de septiembre de 2008

Memoria Histórica

Esta foto se realizó el 28 de julio de 2007.
El año pasado, paseando por los alrededores de un pueblecito del Bierzo, en la provincia de León, vimos esta pared de tierra en la que se apreciaba que estaba llena de huesos, una de las personas que nos acompañaban, dijo que parecían restos humanos, aunque no se aprecian igual en la foto... cuando llegamos al pueblo y lo comentamos, efectivamente, nos dijeron que al abrir ese camino reciente, o carretera aún de tierra, aparecieron muchos huesos y que parece que podía tratarse de un cementerio antiguo. A mi no me convenció la respuesta por que el pueblo tiene su cementerio de toda la vida, mis abuelos jamás mencionaron algo así, por lo que si realmente es un cementerio antiguo tenía que ser verdaderamente muy antiguo... Ahí quedo la cosa.

Ahora que se habla mucho de la Memoria Histórica, de la recuperación de cuerpos que fueron enterrados en fosas comunes y viendo que por la zona del Bierzo se han encontrado varios, me viene a la memoria lo que acabo de comentar y tengo el gusanillo de ¿y si fuese algo así? no lo sé, pero ojalá hubiese estudiado antropología o algo similar para analizar los años que pudieran tener esos huesos y averiguar si realmente son de personas.

Voy a retroceder un poco en la memoria histórica familiar. Cuando comenzó la Guerra Civil Española, mis abuelos, originarios ambos de León, estaban viviendo en Madrid, mi abuela estaba embarazada de mi madre y precisamente el mismo día 18 de julio de 1936 se pone de parto y nace mi madre. Desconozco si era la fecha prevista o sólo por la noticia se adelantó la niña.
Pero el caso es que el cumpleaños de mi madre, tiene una fecha que no se olvida. Durante toda la guerra, mis abuelos estuvieron en Madrid, separados de toda la familia de León, con un niña recién nacida y lo peor, separados de su hija mayor de 4 años, mi querida tía, que la llevaron un poco antes junto a una tía preparando el nacimiento de su hermana y que nunca olvidará que estuvo sin ver a sus papás durante 3 o 4 años más.
Un trauma que ha perdurado en el tiempo, porque mi tía jamás ha dejado a sus hijos que se marcharan a León a pasar las vacaciones con los abuelos, como yo, que si pude disfrutar de unos veranos muy felices.

Voy a volver al lugar de la foto en unas semanas y tengo el propósito de ver si puedo investigar por mi cuenta algo más, porque no dejo de darle vueltas...