domingo, 7 de diciembre de 2008

La Constitución y el Terrorismo


Parece que fue ayer, pero ya tiene 30 añitos. El país ha cambiado y mucho, en la mayoría de las cosas, para bien, en otras para peor. Pero todo no se puede tener, así que si sopesamos en una balanza, nos quedamos como estamos.

Hablan de si renovar la Constitución o no, francamente desconozco el tema para dar mi opinión, pero sí hay algo de lo que se habla últimamente y como no me gusta voy a comentar.

Se trata de todos esos políticos que se dicen democráticos, independientemente del partido político que sean, que están pidiendo la retirada de los Ayuntamientos a los que gobiernan con las siglas ANV, que antes eran otras siglas, y más adelante serán otras. Y se equivocan.

Creo que se equivocan porque si están en el Ayuntamiento es porque han sido elegidos por su pueblo, y quitarlos, hacer ilegales a los diferentes partidos políticos porque no condenan las acciones de los terroristas, no van a conseguir más que el efecto contrario. Es como cuando a los niños o adolescentes se les quita o se les prohíbe algo, "sólo por que yo lo mando", lo que provoca es que lo deseen más y más. Se hacen rebeldes.

Creo que hay que dejar que existan, utilizar el diálogo u otras tácticas económicas que convenzan a los votantes que poniendo su voto en determinadas manos apoyan al terrorismo.
Ya no tiene sentido seguir matando, nunca ha tenido sentido, pero hoy en día, es absurdo. El terrorismo caerá por su propio peso, aunque tardemos años en conseguirlo. Cuando el pueblo llano se de cuenta de que únicamente es el medio de vida de unos cuantos, pero nada más.

Con el último atentando han asesinado a una persona querida en su mismo pueblo, que jugaba con ellos la partida diaria, y que hoy le ha tocado a él, y otro día puede que le toque a otro. Y esto a su pueblo no le ha gustado, porque han eliminado a uno de los suyos.

Azpeitia es un precioso pueblo donde todos los partidos son nacionalistas, con 8 concejales del PNV, 6 de ANV, 2 de EA y 1 de Aralar.
Trascribo literal de un periódico en la red: Un municipio de nacionalistas "en permanente confrontación entre abertzales". Ataques a las sedes del PNV, agresiones a un ex alcalde peneuvista... En los foros locales se ha abierto un cruce de descalificaciones entre ambos bandos, unos para apoyar al alcalde, Iñaki Errazkin, de ANV, quien el mismo día del atentado no quiso condenar la acción de ETA, y otros para acusarle de fascista y desearle la cárcel.
La confrontación es en todas direcciones. El PNV maldice de EA y viceversa. Así que este partido no tuvo empacho de apoyar a ANV para entregarle en bandeja el poder municipal. Ahora puede ocurrir que los nacionalistas demócratas, llevados por sus rencillas, no se pongan de acuerdo para sacar a los violentos de la alcaldía.



Por lo tanto, insisto, a los que estamos en contra de la violencia, sea del tipo que sea, defendemos la libertad de expresión, la libertad de votación, la libertad de vivir de acuerdo a sus principios, sin hacer daño a nadie, libertad, libertad, y como diría la canción, libertad sin ira, libertad. Les digo a los políticos democráticos: no prohibáis a ningún partido político porque no condenen a los terroristas, porque lo que hacéis es precisamente lo contrario, dar la razón a los que les votan.

Hoy día, no tiene sentido el terrorismo vasco, no pueden justificarlo de ninguna manera, tampoco es justificable el otro terrorismo, el de organizaciones extranjeras, el que cada vez que atacan a los occidentales asesinan a más de 100 inocentes, pero éste terrorismo si que es preocupante, al igual que el terrorismo casero, el que llaman violencia de género y que yo prefiero llamarlo también terrorismo, porque llevamos más de 60 mujeres muertas en lo que va de año.

Estos dos tipos de terrorismo si deben ocupar páginas y páginas de la prensa diaria, el otro, cuanto menos hablemos de ellos, mucho mejor. Dice el refrán. "No hay mejor desprecio que el no hacer aprecio". Será su propia gente los que acaben con ellos cuando decidan no votarles. El tiempo pone las cosas en su sitio.